martes, 17 de abril de 2007

PROYECTOS DE TURISMO ARQUEOLOGICO


PROYECTOS DE TURISMO ARQUEOLÓGICO. CASO ANDALUCÍA



JULIO RODRÍGUEZ BISQUERT
Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico


Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y Experto en Turismo Cultural y Ecológico por la Universidad Internacional de Andalucía. Independientemente de esta formación base ha continuado realizando cursos de especialización en diversos ámbitos del Patrimonio: gestión cultural, museos, interpretación del patrimonio, conservación, difusión, desarrollo sostenible del patrimonio, entre otros..
Su vida profesional ha estado dividida entre la empresa Espiral, Animación del Patrimonio dedicada a la difusión, animación e interpretación del Patrimonio, y el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico en el cual lleva trabajando como técnico en el Departamento de Formación y Comunicación desde hace más de cuatro años.





Más que proyectos podemos denominar la exposición como: Realidades del Turismo Arqueológico. Algunos ejemplos en Andalucía.

Para comenzar haremos una breve contextualización de Andalucía y su situación con respecto a España y la Unión Europea.

España ha pasado en los últimos treinta años de ser un país completamente centralista a convertirse en uno de los países más descentralizados del mundo, este proceso se ha debido a la instauración de las 17 Comunidades Autónomas que hoy la componen. Andalucía por población es la más numerosa de todas con 7.829.202 habitantes (de un total de 43 Millones), y cuenta con una extensión de 87.268 Km2 de superficie (17’3 % del total de España), comparables a las dimensiones de Portugal, o superiores a países europeos como Bélgica, Holanda, Dinamarca, Austria o Suiza.

En lo referente a los sectores económicos en Andalucía podemos destacar que el 66’15% del PIB corresponde al sector terciario, principalmente al turismo; el 15% a la Industria; el 13% a la Construcción; y el 5’85% al sector primario.

Esto demuestra la importancia que tiene el turismo en nuestra Comunidad, que tradicionalmente se ha caracterizado por estar principalmente focalizado al turismo de sol y playa, ya que en Andalucía contamos con 836 Km2 de costas, entre mediterráneas y atlánticas, y un clima bastante propicio.

A principios de los años 90 comienza a diversificarse el turismo (turismo rural o de interior, turismo cultural -más especializado que los sight & seeing que se venían realizando-, turismo de golf, etc.) ante el surgimiento de otros destinos turísticos cercanos y más económicos, que posteriormente no fueron tan traumáticos debido a los conflictos internacionales (Guerra en la antigua Yugoslavia) y temores hacia otras culturas (principalmente la islámica).

Al encontrarse Andalucía en el sur de la Península Ibérica se la ha denominado en multitud de ocasiones como puente entre culturas, entre Oriente y Occidente, y entre Norte y Sur. Pero esto a su vez también tiene sus perjuicios: el encontrarse en una zona periférica del continente le ha acarreado retrasos y subdesarrollo con respecto a Europa.
Desde el ingreso de España en la Unión Europea (1985) se consideró a Andalucía como región Objetivo 1, lo que viene a significar un especial esfuerzo en las ayudas destinadas a esta Comunidad.

El Turismo como factor de desarrollo

Los fondos europeos, a través principalmente de los programas LEADER (I, II y plus) junto con el programa operativo PRODER y PRODER-2 han movilizado una serie de fondos y recursos fundamentales para el medio rural andaluz. Importantes por su cuantía – 342’13 millones de euros sólo en la última convocatoria- ; por la amplitud del territorio afectado, el 90% del territorio de la Comunidad; por la metodología aplicada - dinámica ascendente y participativa- y por la incidencia en el patrimonio al incluir medidas específicas para la financiación de actuaciones en elementos patrimoniales del medio rural, el cuidado del medio ambiente y el entorno así como para el turismo rural.

En los últimos años se han producido cambios como por ejemplo la revalorización conceptual del Patrimonio que ha pasado a considerarse como un activo para el desarrollo, definición que ha planteado tanto riesgos como oportunidades. Cambios que han afectado igualmente a la siempre delicada relación turismo-patrimonio, en la que en pocos años el turismo pasó de verse como un riesgo para la conservación del patrimonio a considerarse como la panacea para el patrimonio y el desarrollo de las comunidades. En estos momentos el ciclo parece volver a sus orígenes y hoy desde muchos sectores se nos recuerda la fragilidad de los bienes patrimoniales y se nos advierte del peligro de una difusión ilimitada y no planificada. Esta relación debe ahora estar marcada por el equilibrio entre la búsqueda de rentabilidad económica y la rentabilidad social del patrimonio, respetando la capacidad de carga de los bienes y sitios patrimoniales y sabiendo que a menudo no necesitamos más sino mejores turistas, interesados por el entorno y por la calidad de vida de la población local.

Parece claro que las inversiones en conservación del patrimonio deben revertir en el desarrollo y la dinamización de la economía local, que el patrimonio puede y debe servir de impulso para la reactivación económica de un territorio, que los proyectos patrimoniales no deben depender exclusivamente de fondos y subvenciones públicas sino que deben buscar la autonomía en la financiación, rentabilizando las inversiones y sacando todo el potencial de generación de ingresos propios que pueda tener un elemento o conjunto patrimonial.

Pero no es menos cierto que el patrimonio tiene un valor simbólico, un valor en la memoria y en la tradición de una comunidad, un valor como aquello que identifica y define a un territorio, un valor social en definitiva que debe protegerse y recuperarse. Por todo ello existe hoy más que nunca la necesidad de buscar el equilibrio y la complementariedad entre la rentabilidad económica y la rentabilidad social del patrimonio.
En este sentido consideramos al patrimonio no sólo como reclamo para el turismo sino también y sobre todo como orgullo de una comunidad que se identifica y se reconoce en él.

En cuanto a los proyectos integrales de contenido patrimonial en el medio rural de Andalucía destacamos, entre otros Carmona (Sevilla) y Almedinilla (Córdoba).
Señalaremos que responden a un trabajo serio, riguroso y sobre todo continuado en el tiempo, donde los centros de visitantes o de interpretación son el fruto de una labor previa de investigación, son el marco donde mostrar el resultado de un trabajo y no al revés ya que en demasiadas ocasiones se considera a estos equipamientos como un resultado en sí mismos.

Como factor destacable en un proyecto es fundamental que las iniciativas de desarrollo local tengan continuidad y repercusión tanto en el tiempo como en el espacio es necesario contar con un territorio abierto a las innovaciones y en el que las acciones no se realicen de forma aislada, sino integradas en su entorno y creando sinergias que dinamizen el territorio. De esta forma consideramos el territorio como un factor que condiciona el desarrollo y el éxito de cualquier iniciativa, siendo por tanto necesario estudiar no sólo los proyectos sino y de manera relevante, el entorno o ámbito territorial en el que se desarrollan los mismos.

En un sector que tradicionalmente no se ha caracterizado por la generación de beneficios como es el patrimonial, para llevar a cabo una iniciativa con incidencia en el desarrollo y en la economía local, el reto no reside únicamente en tener una idea y saber llevarla a cabo, sino que la principal dificultad consiste en el mantenimiento o continuidad de las acciones. Para conseguir esta continuidad es fundamental que los proyectos cuenten con la decidida implicación de la población local, los residentes en el territorio que deben conocer y asumir como propias las iniciativas que se lleven a cabo en su localidad si queremos que den la mejor información al visitante o que contribuyan a la limpieza y cuidado de su patrimonio, implicándose en el éxito y continuidad de las acciones.
En primer lugar y en cualquier iniciativa que se ponga en marcha debemos tener en cuenta el problema de la autenticidad, ya que estamos hablando de patrimonio tal y como se recoge en el texto de la Conferencia de Nara de 1994, los responsables de proyectos de puesta en valor deben cuidar el rigor en todas y cada una de sus presentaciones, publicaciones o eventos organizados en torno al patrimonio independientemente del público al que vayan dirigidos.

Habrá que tener en cuenta igualmente la sostenibilidad teniendo cuidado de no matar a la gallina de los huevos de oro buscando un crecimiento a corto plazo y sin respeto por el medio, no podemos olvidar que la gente se desplaza a las zonas rurales o de interior buscando unos valores que no encuentra en otros lugares, si cambiamos la tranquilidad por el bullicio o un entorno natural cuidado con un vertedero, no sólo la gente no vendrá más pues irá a buscar otros lugares sino que sobre todo habremos destruido algo irrecuperable como es el patrimonio en su más amplio sentido.

El modelo de desarrollo que muchos municipios o comarcas están adoptando es arriesgado en la medida en que se pierde la relativa diversidad económica existente para pasar a depender exclusivamente del turismo.

En esta línea es necesario insistir en la importancia del equilibrio entre los diferentes sectores que sustentan la economía, ya que existen riesgos por la excesiva terciarización o dependencia del sector servicios que se detectan en algunas áreas, no podemos pasar todos al sector servicios ya que alguien tendrá que producir y generar los recursos para que éstos sean gastados. Así se debe trabajar para que los diferentes sectores vayan en una misma dirección y no trabajar de forma independiente por la sostenibilidad económica, la sostenibilidad social, o la sostenibilidad cultural. Un ámbito debe ayudar y potenciar al otro, siendo el balance entre los diferentes sectores básico para garantizar la continuidad de los proyectos, sin buscar la rentabilidad económica a corto plazo, olvidando el tejido social o los valores culturales propios de una comunidad.

Debemos entender además que el turismo es un sector que se mueve impulsado por resortes que no controlamos, ya que las dinámicas del sector a nivel internacional obedecen a unos intereses que superan nuestra capacidad de intervención. Las grandes empresas y tour-operadores tienen en sus manos un mercado en el que ahora podemos decir que está de moda el turismo rural y el turismo de interior pero en el que con el tiempo pueden volver a imponerse otras modalidades o tipologías.

Otro problema del sector puede llegar a ser la sobresaturación de la oferta pues en cada pueblo o comarca hay valores interesantes y si todos apostamos por el turismo como fuente de vida podemos encontrarnos con problemas. El sector se caracteriza además por la existencia de numerosas micro-empresas, lo que las dota de poca competitividad en un mercado que se globaliza. Por todo lo anterior es necesario que los promotores locales y operadores turísticos se unan creando asociaciones y redes que les doten de mayor representatividad y fuerza en el mercado.

Como ejemplo de red de municipios que se unieron para hacer frente común a las necesidades de desarrollo de su territorio enfocándolo a la investigación, valorización y difusión de su patrimonio como atractivo turístico podemos destacar la ruta Bética Romana.

Ruta Bética Romana

Desde los siglos III a.C hasta el siglo V, la Bética fue una de los territorios anexionados al Imperio Romano. Bajo su dominio, este espacio geográfico fue reconocido por su producción minera, oleícola, cerealística y por el elevado nivel de romanización de sus habitantes. Muestra del grado de romanización alcanzado por esta provincia es la subida al poder imperial a fines del siglo I y durante el II de dos emperadores béticos: Trajano y Adriano, ambos nacidos en Itálica.
La Ruta Bética Romana pasa hoy por trece ciudades de las provincias de Sevilla, Cádiz y Córdoba. Discurre por la provincia más meridional de la Hispania Romana y abarca territorios por los que pasaba la antigua Vía Augusta. En esta Ruta están comprendidos espacios paisajísticos de gran interés geográfico y natural como son el Parque Natural de la Subbética Cordobesa, la Campiña, el Parque Natural de la Bahía de Cádiz o el Valle del Guadalquivir (antiguo Betis).

Desarrollo del proceso:

En mayo de 1997 se firma el primer convenio de colaboración entre la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Carmona, con él se consigue aglutinar a 8 Ayuntamientos y 3 Diputaciones y se crea una Sociedad Limitada sin ánimo de lucro denominada Ruta Bética Romana S.L.

En febrero de 1999 una vez realizado el Inventario de Recursos Turísticos y Culturales de la Ruta de la Bética, se presenta en la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía un Plan de Actuaciones para los 13 municipios integrantes en la actualidad.

Desde abril de 1999 comienza a formar parte de las Vías Romanas del Mediterráneo, proyecto Europeo que aglutina a 15 regiones de cuatro países: Francia, Italia, España y Grecia.

En diciembre de 1999 se le concede el Premio Nacional Andalucía de Turismo al mejor producto turístico, por la calidad y el carácter innovador y aglutinador de la Ruta Bética Romana.

Con la colaboración de la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía se han realizado dos ediciones de 10.000 guías y 100.000 folletos en 4 idiomas. Se ha elaborado un CD Rom con reconstrucciones tridimensionales, reproducciones de monedas, videos. Etc.. Se ha reelaborado y actualizado la página web http://www.beticaromana.org/
Los socios que la componen:

La Ruta está integrada por los Ayuntamientos de Santiponce, Carmona, La Luisiana, Ecija, Almodóvar del Río, Córdoba, Montoro, Almedinilla, Osuna, Marchena, Jerez, Cádiz y Tarifa, la Confederación de Empresarios de Andalucía y las Diputaciones Provinciales de Sevilla, Córdoba y Cádiz. También colabora la asociación de Amigos de Itálica, así como otras entidades empresariales.

El proyecto tiene el decidido apoyo de la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, materializado con un convenio de colaboración que ha permitido la promoción para todo el año 2001 y de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía que ha producido la exposición: La Vía Augusta en la Bética, dentro del proyecto Europeo Interreg-IIC.

La dimensión internacional y el apoyo de la Unión Europea están consolidados a través del mencionado proyecto Interreg, titulado: Las Vías Romanas del Mediterráneo.

La Secretaria de Estado de Comercio y Turismo coordina y apoya el proyecto estatal: La Vía Augusta en Hispania, en el que tenemos como socios a las comunidades de Murcia, Valencia y Cataluña.

Los objetivos que la fundamentan:

Desarrollar iniciativas tendentes a promocionar conjuntamente una ruta turístico-cultural en el Valle del antiguo Betis (actualmente Guadalquivir).
Coordinar a las administraciones y agentes socioeconómicos buscando la sinergia en sus respectivos objetivos de desarrollo.
Aumentar y diversificar la oferta cultural y turística de calidad.
Redistribuir los flujos turísticos hacia zonas con mayor capacidad de carga.
Complementar e interconectar la oferta de Rutas Temáticas de Andalucía, de España y del Mediterráneo, ayudando a la vertebración del sector.
Satisfacer el previsto aumento de la demanda de turismo de interior y de calidad.
Difusión y Conservación del Patrimonio Histórico, Natural y Cultural Andaluz y Mediterráneo.
El producto:
Cada uno de los 13 municipios cuenta dentro de la red con una temática específica de la época romana que caracteriza a este lugar, y además está vinculado a un tema que complementa el atractivo de la localidad.

MUNICIPIO
TEMA SINGULAR
TEMA COMPLEMENTARIO
ALMEDINILLA
La villa romana
El medio natural
CÁDIZ
Explotación del mar
El teatro. Los espectáculos
CARMONA
Las defensas romanas
Defensas militares. Religiosidad
ÉCIJA
El arte romano
La arquitectura religiosa
LA LUISIANA
Los baños romanos
La Ilustración
JEREZ
El vino romano
El caballo
MARCHENA
La vida cotidiana
La villa ducal
ALMODÓVAR DEL RIO
El río
El castillo
OSUNA
El Derecho
La necrópolis
CÓRDOBA
La Administración
La arquitectura de Al-Andalus
MONTORO
La escultura
La sierra
TARIFA
La pesca
Las defensas
SANTIPONCE
La domus romana
Los monasterios


Una vez planteado la Ruta Bética Romana nos centraremos en dos de sus municipios como ejemplos bien diferentes, de Ciudad histórica: Carmona (Sevilla); y de ámbito rural: Almedinilla (Córdoba).

En el caso de Almedinilla y Carmona hay que decir que son proyectos que destacan por la continuidad de las acciones emprendidas. En ambos casos encontramos una importante labor de documentación e investigación de sus recursos patrimoniales que ha sido la base de las actividades y proyectos que se han emprendido a lo largo de los años, lo que las ha convertido en algo más que iniciativas patrimoniales convirtiéndolas en dos ejemplos de proyectos que han ido consolidando sus acciones a fuerza de constancia y rigor.



Carmona (Sevilla)

La ciudad de Carmona se encuentra a sólo 30 km. de Sevilla, y sobre la última cota de importancia de los Alcores, dominando la dilatada Vega del río Corbones
La fertilidad de la zona y la fácil defensa del cabezo sobre el que se asienta la ciudad, hizo de Carmona uno de los núcleos de población más importante de todos los tiempos.

Sus orígenes se remontan al Neolítico, habiéndose encontrado en sus alrededores ricos yacimientos prehistóricos. Luego ciudad ibérica y posteriormente fue intensamente romanizada, llegando a tener el privilegio de acuñar moneda.

Por Carmona pasaba la Vía Augusta, usada y conocida durante la Edad Media de la que se conservan algunos restos y un puente. La ciudad actual reproduce, con ligeras variantes, el plano urbanístico romano.

Fue, sin duda, este período uno de los más brillantes de la historia de Carmona. Sus huellas son perceptibles aún hoy. Las dos puertas principales del recinto amurallado son de factura romana. Pero el monumento romano más notable -único en su género- es la Necrópolis.
Carmona conservó su importancia durante la época musulmana. Incluso llegó a ser, durante los primeros reinos de Taifa, capital de uno de ellos. En 1247 se rindió a Fernando III el Santo, que la repobló y dotó de Fuero propio. Y en el año 1630 Felipe IV otorgó a Carmona el título de ciudad.

Ante este bagaje histórico y cultural parece increíble que hasta mediados de los 80 no comenzara un grupo de técnicos a trabajar en la investigación, conservación, recuperación, difusión y promoción de sus activos patrimoniales.

Este proyecto de puesta en valor y promoción del patrimonio local fue impulsado por el Ayuntamiento, y destaca especialmente por la continuidad y constancia de las acciones emprendidas que han permitido consolidar un verdadero proyecto de ciudad volcada en la conservación y difusión de su patrimonio tanto para los residentes como para el público visitante. En 1998 se pone en marcha el proyecto de la Ruta de la Bética Romana que en colaboración con los trece ayuntamientos, tres diputaciones y varias empresas andaluzas participantes ha dado un fuerte impulso a las iniciativas de promoción y comercialización del patrimonio de la localidad.

El proyecto de la Ruta Bética Romana está liderado desde el primer momento por el Ayuntamiento de Carmona y como ejemplo de ello es que el anagrama de la Ruta (Grifo: representa un animal mitológico) es entendido como símbolo de la riqueza cultural e histórica de Carmona.
Esta reproducción del Grifo procede del Vaso de los Grifos (S.VIII a.C.) encontrada en un yacimiento arqueológico de la ciudad, y que actualmente se encuentra en el Museo de la Ciudad de Carmona.

Es interesante destacar que la labor de difusión viene acompañada de la producción y comercialización de productos derivados, tanto artesanías y productos locales como publicaciones, objetos publicitarios y merchandising. Estas iniciativas generan ingresos directos, ayudan a la promoción de los proyectos y favorecen la recuperación y el mantenimiento de las artesanías en el medio rural. Como ejemplo encontramos objetos que reproducen motivos de piezas arqueológicas sobresalientes de la localidad, pañuelos de seda con dibujos de mosaicos, una colección de monedas romanas o diversas guías de la localidad.

Para finalizar resaltaremos a modo de resumen una ficha con los aspectos más destacados del proyecto de la ciudad de Carmona en el que su referente es el valor social del patrimonio histórico.

Nº de habitantes:
25.932

Año de inicio:
1985

Principales agentes promotores:
Ayuntamiento de Carmona

Actividades más representativas:
- Exposiciones temporales destinadas a la población local
- La exposición "Carmona, un museo"
- La creación del Museo de la Ciudad
- Realización de Excavaciones arqueológi­cas urbanas de forma ininterrumpida
- Proyecto General de Investigación con la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía
- Convenio de colaboración con el depar­tamento de Arqueología de la Universi­dad de Sevilla
- Creación de la Ruta Bética Romana S.L. a iniciativa del Ayuntamiento de Carmona

Inversiones:
El proyecto Carmona se nutre económi­camente de financiaciones diversas, en su mayoría procedentes del Ayuntamien­to de Carmona. Aún siendo mayoritaria­mente la financiación municipal, a lo largo de los años, han sido distintos los servicios y áreas municipales de dónde ha procedido la financiación: turismo, servicios sociales, escuela taller, etc.. Calcular las cantidades exactas es prácti­camente imposible. Para el caso del resto del resto de las administraciones, las partidas corresponden a actuaciones puntuales, fundamentalmente proceden­tes de la Junta de Andalucía, y de sus distintas Consejerías.

Puestos de trabajo:
Directos: 4 arqueólogos
Indirectos: 11 de distintas categorías


Almedinilla (Córdoba)

Cuando en 1989 las excavaciones arqueológicas en la villa romana de El Ruedo sacaban a la luz la estatua en bronce del dios Somnus, aún estábamos muy lejos de soñar con las posibilidades de desa­rrollo que se despertaban tímidamente en esta pequeña localidad de 2.500 habitantes, situada en un repliegue de la Sierra de Albayate y regada por el río Caicena: en la Subbética Cordobesa.

La excepcional estatua romana (la mejor en cuanto a calidad artís­tica y conservación de las pocas existentes en el mundo identificadas como Somnus, y uno de los mejores bronces romanos de la Península Ibérica) debía quedar en la localidad, se decía desde el Ayuntamiento, pero diversos abatares administrativos y la falta del impulso político necesario hizo que volviera a quedar dormida en el Tiempo.

Años después, en 1994, un impulso ciudadano (protagonizado a través de distintas asociaciones) y un cambio político en el mu­nicipio comenzó entonces a fraguar y, bajo la supervisión del Museo Histórico de Priego y de profesionales de la arqueología que se asentaron en la localidad, se fue concretando en una Ex­posición Permanente de Arqueología que perseguía conservar y exponer la estatua de Somnus, promoviendo a su vez la conser­vación del contexto que la explica: el yacimiento arqueológico de El Ruedo y el resto de los objetos hallados en las distintas exca­vaciones (y almacenados entonces en dependencias municipales de manera precaria).

De esta manera, del objeto pasamos a su contexto y, a través de la toma de conciencia, éste se extendió a todo el patrimonio de la localidad (histórico, etnológico, natural), tan rico como amenazado: nacía así en 1997 el proyecto del Ecomuseo del Río Caicena (con un catálogo de recursos, diagnóstico y planes de actuación a corto, medio y largo plazo), proyecto de desarrollo local de actuación te­rritorial centrado en la potenciación de los recursos patrimoniales de la localidad.

El protagonista del proyecto es el río Caicena que riega y ver­tebra el municipio de Sur a Norte, mostrando a visitantes y ha­bitantes lo que su devenir observa: el bosque de ribera y los paisajes de cascadas y remansos que va creando en sus transcu­rrir; la Sierra de Albayate (Complejo Serrano de Interés Am­biental) que flanquea; los modos de vida que surgen en sus már­genes (huertas y sistemas de regadío tradicionales, urbanismo se­rrano...); las industrias que movió su fuerza (molinos harineros y aceiteros); los asentamientos que se instalaron en sus inmedia­ciones (poblado ibérico del Cerro de la Cruz y villa romana de El Ruedo). Pero más allá del río, el proyecto tiene como sujeto a los propios habitantes del territorio, con sus saberes y formas culturales rurales, participando en el propio funcionamiento del Ecomuseo.

El Ecomuseo se traduce en una serie de actuaciones municipales (embellecimiento de calles, acondicionamiento de parajes natura­les, rehabilitación de elementos arquitectónicos tradicionales...), rutas turísticas (Ruta Senderista de Gran Recorrido GR7, Ruta de los Molinos, Ruta de la Bética Romana...), foros de debate e in­vestigación, y una serie de núcleos museísticos entre los que se en­cuentran:

-El Museo Histórico: con tres salas (olivo, cultura ibérica y cul­tura romana) y un total de 1.000 m2 que pretende mostrar de ma­nera didáctica los orígenes de la cultura mediterránea andaluza.
-El Aula del Caicena y el Recorrido de Educación Ambiental:
donde se enseña las riquezas y peligros de este espacio natural.
-Los yacimientos arqueológicos del poblado ibérico del Cerro de la Cruz y de la villa romana de El Ruedo (ambos declarados BIC y acondicionados para la visita).
-El Centro de Recepción y Exposiciones Temporales, que per­mite dar salida a los numerosos fondos del Museo con motivo de exposiciones temáticas.
-La Sala de los Molinos y Cereales (en un antiguo molino harinero).
-El Taller de Restauración y Almacén, la Sala de Conferencias, y el Alojamiento para Investigadores y Biblioteca.

Dentro de las diferentes actividades del Ecomuseo: investiga­ción, catalogación, conservación y difusión, las referidas a la di­namización cultural ocupan un apartado importante, siempre des­de la perspectiva combinada de la formación didáctica, las pro­puestas lúdicas y la dimensión turística. Estas actividades son ges­tionadas por un patronato municipal y suponen la mayor fuente de ingresos del Ayuntamiento derivados de las actividades del Eco­museo (a través de una tasa municipal por gestión de actividades culturales, aunque en la actualidad se está ultimando la creación de una empresa pública para la gestión económica de los recursos culturales).

En 2003 fueron 14.000 visitas las que tuvo el Ecomuseo (que se mantiene con los ingresos propios y subvenciones puntuales de diferentes administraciones), con dos personas contratadas a tiem­po completo, cuatro a tiempo parcial, una cooperativa (4-6 perso­nas) que desarrollan los talleres y actividades de recreación, ha­biéndose creado además en la localidad un negocio particular (a ra­íz de las comidas / cenas romanas que coordina el Ecomuseo), 10 alojamientos rurales, un hotel y dos restaurantes.

No obstante, este proyecto de desarrollo territorial sigue te­niendo en la estatua de Somnus una pieza emblemática que da pie a organizar periódicamente las Jornadas Interdisciplinares sobre el Sueño y los Sueños (con especialistas de distintas disciplinas), ac­tividades de recreación teatral en torno a mitología grecorromana (con el dios Somnus como referente), o proyectos como el de Arte y Sueño (en donde artistas de todo el mediterráneo reflexionan y trabajan su obra desde Almedinilla).

La estatua en bronce del dios del sueño Somnus o Hypnos, co­mo es conocido, podemos encuadrado en el siglo II d. C. Es anónimo pues no presenta inscripciones, marcas o firmas que lo identifiquen. La escultura es la personificación del sueño en la mi­tología griega, que conducía a las almas mediante el sueño al mun­do de la muerte. Es representado a menudo como un ser alado y sus atributos son el cuerno en la mano diestra y un ramo de adormide­ra en la izquierda. Fue restaurada en el Instituto Andaluz de Patri­monio Histórico en 1998 y en la actualidad se encuentra en el Museo Histórico de Almedinilla.













Bibliografía

§ PH Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Nº 42, págs. 101-104. Febrero de 2002

§ Revista Tierra Sur. Nº 15, págs. 34-37. 2004. Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía.

§ Guía de la Ruta Bética Romana. Publicación de la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía. Turismo Andaluz S.A. 2001

§ Pilar Tassara Andrade. Proyectos de puesta en valor del patrimonio en Andalucía. Estudios de caso.

§ Pilar Tassara Andrade. Patrimonio Cultural en el medio rural andaluz – X años. Asociación de Desarrollo Rural de Andalucía (ARA)



Enlaces de interés en Internet

§ Ruta Bética Romana: http://www.beticaromana.org/

§ Vías Romanas del Mediterráneo: http://www.viaeromanae.org/

§ Turismo de Carmona: http://www.turismo.carmona.org/

§ Turismo de Almedinilla: www.cerespain.com/almedinilla.html

§ Consejería de Turismo y Deportes de la Junta de Andalucía: http://www.andalucia.org/

Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía: www.juntadeandalucia.es/cultura

Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico: www.juntadeandalucia.es/cultura/iaph

Unidad Española del Observatorio Europeo Leader: http://redrural.mapya.es/

Red Española de Desarrollo Rural: http://www.redr.es/

Red Andaluza de Desarrollo Rural: http://www.andaluciarural.org/

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